domingo, 8 de enero de 2017

Por un puñado de clicks

Está claro que estamos viviendo una cambio a gran escala. Y quién no lo ve es porque no quiere o porque tiene un smartphone o una tablet delante. ¡Eso es! Es la era de las pantallas.
Vivimos rodeados de imágenes, es inevitable. Y es que una imagen vale más que mil palabras, como siempre se ha dicho. Y también más que mil pistas de audio. Así lo veo yo.
Donde esté un buen videoclip o simplemente un vídeo que llegue a las personas que se quite lo demás. Pocos son los que hacen click en una pista de audio de una banda local si no hay material visual que lo respalde. Y lo digo por experiencia, no por decir. He tenido la oportunidad de probarlo y comprobarlo. La diferencia de visitas en una sola pista de audio y de un videoclip por amateur que sea, es notoria.
Sea como sea, el trato artista-fan es cada vez menos cercano, menos humano. ¿Será porque precisamente el trato de parte de la discográfica con el artista es más brusco? Se le quitan a uno las ganas de todo, me imagino... a parte de la postura de intocable que toman algunos.

En definitiva, se sigue buscando el éxito en las masas, pero a base de clicks de ratón; y eso da pié a olvidarse del artista cada vez más y más. Para mí un ídolo no es un producto más, aunque a veces así lo vendan.

lunes, 2 de enero de 2017

Pretzels

"¿Qué experiencia laboral tienes?". La pregunta que no sabía que me perseguía hasta que me la empezaron a formular en las puntuales entrevistas de trabajo a las que me concertaban. Todo lo que puedo responder ante esas cuatro sentenciantes palabras es, con una tímida y apagada voz: "No tengo experiencia laboral". Así es, no he trabajado en mi vida. No me enorgullezco de ello, pero sé que quizá no es el momento. Me gusta estudiar. Aunque espero que mis posaderas algún día tengan que asentarse en una cómoda silla de un estudio de grabación y no en las muchas veces insípidas sillas de aula.
Mis ambiciones han ido cambiando y creciendo con el tiempo, me imagino que es lo normal. Me voy a ahorrar todas las profesiones con las que he soñado... ¡no acabaría nunca!

Mi objetivo en SAE es convertirme en productor musical, estoy abierto a todo tipo de estilo y género. Además, por mi cuenta, he empezado a componer bandas sonoras para películas, series, anuncios, videojuegos... ya que ese mundillo también me encanta. Busco ofertas y hago todos los contactos que puedo, creo que es un buen comienzo. 
Dentro de unos años me veo en Alemania, comiendo los famosos Pretzels mientras grabo a algún desgarbado grupo de Post-punk.

El directo también me apasiona. Nací para vivir los conciertos. Sé que es muy distinto asistir de público que estar entre bambalinas maquinando todo el show. Lo sé. Por eso siempre que voy a un concierto me fijo en todo, y cuando digo todo quiero decir TODO. Se puede decir que hago un fifty-fifty de disfrute personal y ponerme en plan técnico-pedante. Por lo que me ha dicho cierto profesor, el directo es jodido. Perdón por el lenguaje, pero creo que diré bastantes palabrotas si es tan complicado como me lo han planteado. 
Pero bueno, ¿para que estamos sino, para llevarnos unos cuantos golpes y volver a levantarnos?

jueves, 22 de diciembre de 2016

Led Zeppelin

Siempre me gustó la música. La he disfrutado a muchos niveles. Desde pequeño llevo las canciones que se escuchaban en casa (y algunas de cosecha propia) almacenadas en el ya obsoleto mp3.
No encuentro utilidad alguna en etiquetar y encasillar a alguien por sus influencias musicales pero para que os hagáis una idea, me pongo medio esotérico con Led Zeppelin, la que es para mí la mayor banda de rock de toda la historia y la cual creo que firmó un pacto con el diablo (y no hablo de ninguna discográfica, je, je). 

Tengo la creencia de que escuché varios álbumes de Led Zeppelin en una fase crítica de mi gestación, un punto de inflexión de mi psique. No encuentro explicación más lógica que esta, y eso que es bastante descabellada. Lo que hablaba del esoterismo. No sería franco con el lector si intentara siquiera describir lo que siento al escuchar una sola nota de Jimmy Page, o un desgarrador grito de Robert Plant. No sé si es imposible, o es que simplemente no soy capaz de escribirlo.

En mi corazón hay cabida para otro gran icono de la música, que quizá contraste un poco con la chulería de Plant y sus secuaces: Johann Sebastian Bach. El padre de la música. No se ganó el título por nada. Me fascina pensar en otros tiempos, tan distintos y tan inspiradores. Cuánto habré leído sobre Bach, y cuánto me queda por aprender. Incluso tengo un busto, en el que su imponente mirada parece cobijar mi habitación.

He de reconocer que antes mi filtro musical era mucho más estricto. Sólo podía tolerar rock y ciertos subgéneros de metal. En mi defensa diré que cerrarse a algo o alguien es parte de la maduración. Abrirse es solo un trámite que llega tarde, temprano o para los menos afortunados simplemente no llega.

Las runas de Led Zeppelin, que representan cada uno de sus integrantes.


i verdadera pasión por la música empieza cuando aprendo a tocar la guitarra a los 16 años. Qué típico. Chico se aburre. Chico coge guitarra. Chico acaba aprendiendo a base de palos. Bueno, fue algo más bonito que lo que cuento aquí. Mi hermano mediano David (yo soy el pequeño de los tres) me regaló una púa que cuelga de una cadena de plata a los nueve años con la esperanza de que algún día yo también tocara la guitarra. Y no se equivocaba, para nada.  A mis 21 aún conservo dicho colgante y a parte de la guitarra toco el bajo, el ukelele, la mandolina y la batería. Y no me opongo a seguir aprendiendo a tocar más instrumentos.


Ennio Morricone, ¡un idólo!

martes, 20 de diciembre de 2016

Trabajo y familia

Gracias a que mi hermano mediano David tiene una gran pasión por la música y las audiovisuales como yo y a la excelente relación que nos une, me tiene muy en cuenta para su proyecto: Vilano Productions.

Vilano Productions es (o será, dentro de poco en su inauguración) una productora de audiovisuales, con estudio de grabación y material de vídeo excepcionales.
Con la ayuda de Emilio Mercader, productor e ingeniero de sonido de Sony BMG, el estudio se ha eregido y organizado de una forma totalmente profesional.

El objetivo de esta productora es llevar a cabo proyectos de tema emotivo, incluso romántico. No se aceptan todo tipo de propuestas... para que os hagáis una idea, le comenté que Lisandro, mi compañero de clase, ha estado organizando un festival en Argentina llamado "Un mundo feliz" cuyo lema mantiene: "Arte, música y sustentabilidad". Esto sería una buena descripción de lo que quiere representar Vilano Productions. Artes mezcladas con un acercamiento a lo más humano, a lo más natural.

Estoy realmente ansioso por ver en qué desemboca este río que es Vilano Productions.
De momento se puede consultar su Facebook e Instagram, ya que se cuelgan fotos casi a diario, ¡pero pronto tendréis noticias nuestras!
Facebook: https://www.facebook.com/vilanoproductions/
Instagram: https://www.instagram.com/vilanoproductions/